Innovación, locura y deporte en espacios públicos


La meta de encontrar más metros cuadrados de espacio público por habitante ha llegado a cada vez más ciudades. Hay índices que sugieren que cada habitante de una urbe tiene que tener 15 m2 de espacio público disponible, hay quien sugiere que el número es menor y hay quien piensa que lo idóneo serían 50 m2/hab. Pero más allá del area destinada como espacio comunitario de encuentro, de esparcimiento y de respiro hay otra arista que las ciudades tienen que comenzar a mirar cada vez con más detenimiento.

Se trata de los hábitos de uso del espacio público y tambien de la cantidad de población que tiene incorporada la actividad física como parte de su rutina y qué tan a menudo esta actividad física se desarrolla en las calles,plazas y parques de la ciudad. Es decir, los espacios públicos pueden estar ahí pero ¿son utilizados? y ¿cuántos de estos son destinados a la actividad física y/o al deporte?

La tecnología se ha derramado increíblemente rápido en nuestra sociedad actual y en las ciudades ha inundado cada casa, cada escuela, cada oficina, cada rincón para bien o para mal modificando los hábitos de la población drásticamente. El uso del tiempo libre y la práctica de deportes no son la excepción y las últimas encuestas en Latinoamérica sobre hábitos de uso de tiempo libre y práctica de actividad física lo confirman: en Buenos Aires por ejemplo, el 81% de la población acepta que su actividad principal para matar el ocio es ver la televisión; el 18% asegura que la actividad que con más frecuencia realiza en su tiempo libre es navegar por la red y jugar juegos en linea. En México más del 60% de los niños prefieren como primera opcion de entretenimiento en su tiempo libre ver la televisión o jugar con algún dispositivo electrónico; los jóvenes, en su gran mayoría, prefieren salir pero los parques y plazas no son sus destinos frecuentes; en realidad lo son los centros comerciales, el cine, los bares y restaurantes.

Por otro lado, el nivel de sedentarismo es alarmante, en Chile alcanza al 83% de la población, en España al 71%, en Argentina al 67% y en México al 56%. La mitad de los sedentarios aseguran serlo por falta de tiempo y un 20% dicen que lo son porque no encuentran espacios adecuados cerca de casa a un costo accesible y donde ofrezcan actividades atractivas. La gente que practica habitualmente deporte en las ciudades modernas prefiere la actividad en solitario como correr, caminar o asistir a un gimnasio de aparatos; los deportes de conjunto, la actividad física comunitaria... va en franca decadencia.

Sin duda son muchas las ideas para recuperar y crear espacios públicos que inviten a ser frecuentados y mejor aún que sean usados para practicar deporte en comunidad; sin embargo, hoy quiero hablarles de un proyecto sumamente innovador que transformó no sólo a un espacio público sino a una comunidad entera.

La ciudad protagonista es Malmö en Suecia; la tercera urbe en tamaño en este nórdico país la cual era una ciudad industrial de clase media trabajadora hasta que en la década de los ochenta sufrió una grave crisis debido al cierre de muchas industrias. A mediados de la década de los 90 su gobierno consideró que la ciudad necesitaba una urgente reanimación e incluso una resucitación así que iniciaron una etapa de fuerte inversión en políticas urbanas para la mejora de la ciudad y de la calidad de vida de sus habitantes. Hoy la cultura y el espacio público son parte esencial de la vida de la ciudad la cual continúa trabajando para que los habitantes salgan de sus casas, se reúnan en los espacios públicos y practiquen actividades físicas en comunidad.


Así, bajo esta premisa, llamaron al artista Johan Ström para que creara algo novedoso, divertido y que cumpliera con los objetivos que ya mencionamos. Le destinaron un espacio suficientemente amplio dentro del parque de Kroksback y asi surgió la primera cancha de Puckelball deporte conocido ahora también por muchos habitantes locales como el fútbol al estilo Dr. Seuss (en honor al autor infantil de "El Lorax", "El gato ensombrerado", "Como el Grinch robó la navidad" entre otros).



Jugar a meter en los locos arcos la pelota conduciéndola por este irregular campo se ha vuelto el disfrute de chicos y grandes; aquí nadie es estrella goleadora ni seleccionado nacional, todos juegan a divertirse y dicho sea de paso es una práctica muy recomendada para manejar la imprevisibilidad y mejorar la psicomotricidad.


La cancha de puckelball siempre está llena; muchos sedentarios dejaron de serlo pues pocos se resisten a probarla, los deportistas solitarios se han unido al menos en una ocasión a uno de los equipos y los fines de semana la cancha se ha vuelto un espacio para jugar este novedoso deporte pero también para bailar, reir y encontrarse. Sin duda un ejemplo de innovacion, locura y deporte en espacios públicos para satisfacción de chicos y grandes.


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