Ciudades Activas, Livianas y Saludables

Estos últimos días dedique varias horas a ver el documental de HBO "El peso de una nación" en el que sin censura, miedo o precaución ponen ante nuestras atónitas miradas las diferentes aristas de la epidemia de obesidad en Estados Unidos.

Para algunos tal vez sea una visión alarmista, pero honestamente creo que no es para menos: dos terceras partes de la población de EE.UU tiene sobrepeso u obesidad y lo que hoy me preocupa y por ello tecleo todo esto es que del río Bravo para abajo solemos ser en mayor o menor grado excelentes consumidores de los hábitos norteamericanos.

México aparece en el segundo puesto de la lista elaborada por la OCDE de los países con mayor índice de obesidad; uno de cada cuatro niños tienen sobrepeso. 14% de la población padece diabetes y en algunos rincones del país este problema aunado a los de insalubridad y pobreza han hecho que la esperanza de vida se reduzca a tan sólo 50 años.

En Colombia, la obesidad, la hipertensión y la diabetes son las principales causas de muerte; se estima que hasta un 25% de la población del país tiene tendencia a la obesidad. En Perú, las noticias no son mejores, 23% de los niños en edad escolar presentan sobrepeso y en Chile 27% de la población padece sobrepeso pero sólo un 12% reconoce tener tal problema.

54% de la población Argentina tiene problemas de peso y ese mismo porcentaje de habitantes reportan inactividad física. En Uruguay, 30 mil personas padecen obesidad mórbida y en Brasil la cifra de personas con problemas de sobrepeso ha aumentado de forma alarmante en los últimos años; hoy 48,5% de la población no mantiene un peso saludable.

Estamos ante una epidemia continental y en tales casos las medidas no se deben hacer esperar y son los individuos y las ciudades los primeros que tienen que actuar.

Hace un tiempo practicar deporte se volvió algo elitista y quien no podía hacerse socio de un club seguramente tendría pocas posibilidades de usar una piscina, un gimnasio o una cancha. Con el tiempo se han abierto espacios públicos en muchas ciudades que ofrecen un sitio idóneo para ejercitarse de forma gratuita; lamentablemente, en la mayoría de los casos los espacios son insuficientes.

En el documental "El peso de una nación" un grupo de madres hispanas en Los Ángeles luchan por tener un parque digno en su barrio para que sus hijos puedan correr, brincar y ejercitarse por la tardes y los fines de semana; la líder del grupo propone algo que me gustó mucho: 'En las ciudades debe haber al menos un parque por código postal'. Y yo agrego que idóneamente deberían existir 16 m2 de espacio público por habitante tal como lo recomienda la ONU.

Además del tema de los espacios, está el tema de los horarios de trabajo que no dejan tiempo libre para el ejercicio y a veces ni siquiera para comer saludablemente y con tranquilidad. Están además, las ineficientes alternativas de movilidad que hacen que los ciudadanos pierdan valiosas horas del día sentados en medio de caótico tránsito vehicular y el hábito cada vez más difícil de erradicar de pasar horas frente a la televisión y ahora frente a la computadora.

Las ciudades deben además promover la alimentación saludable más allá de presentar zanahorias y pepinos bailarines en los comerciales de televisión. Los niños deben entrar en contacto con la comida sana y adoptarla por convicción; para ello hay cientos de estrategias e ideas que pueden implementarse en las escuelas con éxito siempre y cuando exista coherencia y se dejen de ofrecer opciones de comida poco sana en comedores, cafeterías, tiendas y demás expendios de comida escolares.

El documental además de mostrar literalmente corazones e hígados dañados por la mala alimentación, presenta historias de iniciativas exitosas de las cuales no quiero dejar de hacer mención de al menos tres:
  1. El uso de los patios de escuelas durante las tardes y/o fines de semana como espacios públicos emergentes.
  2. La instalación de huertas escolares que ayudan a los chicos a probar su propia cosecha y a cuidar esas áreas verdes que ahora les pertenecen y son parte de sus actividades cotidianas.
  3. El trabajo con empresas para motivarlas a hacer programas de medicina preventiva en los cuales pesen, midan y analicen la sangre de todos sus empleados con frecuencia y ajusten los horarios laborales para dar cabida al ejercicio. El mejor incentivo es financiero; el costo de estas campañas es mucho menor que lo que invierten en ausentismo, aumento en primas de seguros médicos por alta incidencia de casos de diabetes, hipertensión, infartos e incluso por accidentes laborales relacionados con la mala salud del trabajador.
El Alcalde de Nashville, Karl Dean, inició una campaña que reta a todos los habitantes a caminar 100 millas a lo largo del año (160 km) lo que significa caminar alrededor de 500 metros al día; él es todo un ejemplo e invita a los ciudadanos a acompañarlo en sus caminatas. Más de 4 mil habitantes se han unido y faltando poco más de un mes para que acabe el año suman más de 11 mil millas caminadas entre todos. La iniciativa se acompaña de una página de Internet que permite a los usuarios registrados llevar cuenta de sus millas, enterarse dónde caminará el Alcalde para poder acompañarlo y además ofrece una lista de todos los lugares para caminar cercanos a tu casa u oficina; para cada lugar hay una mapa de senderos y la distancia de cada uno. Por supuesto todo esto va acompañado de sus respectivas redes sociales.

El tiempo apremia, las ciudades deben hacer compromisos serios para ofrecer espacios para caminar, correr, pedalear, ejercitarse; deben promover la alimentación sana a través de campañas inteligentes a la par de leyes que regulen el consumo de comida poco saludable; deben  ofrecer alternativas recreativas  atractivas para todos que permitan que la cultura aplaste a la televisión y deben tener como prioridad ofrecer un transporte público de calidad para que los autos y el sedentarismo aunado a estos permanezcan en las cocheras.

Las ciudades sustentables son activas, son livianas, son saludables simple y sencillamente porque son ciudades vivas.




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