Planeación Urbana en Chino

Foto: Mario A. González Olalde

Mi hermano decidió irse a estudiar durante el verano a China y desde allá me ha platicado cómo es la vida de ese lado del mundo que para muchos de nosotros pese a la televisión, al Internet, a Google Earth y a la globalización sigue siendo un misterio.

Me ha contado de todo a través de palabras o de fotos; ahora sé que hay pan Bimbo en China, áreas verdes cuidadas y agradables, comida barata, productos electrónicos a granel y desarrollo mucho desarrollo. Cada vez que me comunico con él me repite que Shanghái es una ciudad espectacular, que es maravillosa, que los taxis son verdes y no suenan, que la ciudad inmensa es verde, verde y más verde. No es la primera, y seguramente tampoco la última persona que me hable bien de este lugar.

Shanghái tiene casi 1000 años de historia en los cuales pasó de ser un puerto de pescadores a una ciudad de 20 millones de habitantes. La ciudad desde sus inicios fue una ciudad muy sucia primero por sus actividades portuarias y después por las industriales, luego vino la explosión demográfica y el crecimiento desmedido del área suburbana que en poco tiempo tenía más habitantes que la propia metrópoli. Un día en China decidieron que era el momento de cambiar el rumbo de su ciudad más poblada y más activa económicamente y con la férrea disciplina oriental que los caracteriza convirtieron a Shanghái en lo que es hoy en día: un modelo de planeación urbana sustentable.

A principio de la década de los 90, la caótica ciudad planeo cuidadosamente la forma en que se transformaría en una ciudad habitable. El gobierno pensó que para que la ciudad pudiera crecer de forma segura, ordenada y que sus habitantes tuvieran calidad de vida habría que ofrecer agua y aire limpios, disposición eficiente de residuos y una adecuada oferta de viviendas. Buscando este objetivo en 1994 firmaron un acuerdo con el Banco Mundial para llevar a cabo un Proyecto Ambiental muy ambicioso.

El “Proyecto de Shanghái para el Medio Ambiente” busca el desarrollo de un  entorno sustentable para el desarrollo económico y social a largo plazo y tiene cinco líneas estratégicas:

1.    Suministro de agua de calidad.

2.    Gestión de aguas residuales.

3.    Gestión de residuos sólidos.

4.    Nuevos instrumentos de gestión financiera municipal.

5.    Fortalecimiento Institucional y Capacitación.

Suena simple y hasta trillado pero los chinos han sido disciplinados y han desarrollado en tiempo y forma cada etapa de este proyecto que culminará en 2015.  Además, esto no les bastó, sabían que además tenían que trabajar en solucionar el tránsito vehicular, en ofrecer transporte público eficiente, viviendas dignas y mucho más.

Shanghái cuenta con uno de los sistemas de metro de mayor y más rápido crecimiento del mundo, con el primer tren de levitación magnética que recorre 30 km en 7 minutos para llevar a miles de pasajeros hasta el aeropuerto de la ciudad, con un plan de construcción de 180 km de carriles para bicicletas adicionales a los ya existentes, con un centro histórico conservado que cohabita a tan sólo unos kilómetros con un núcleo de rascacielos modernos e innovadores.

Shanghái le ha apostado a la planeación, a la innovación y a la sustentabilidad y creo yo que le ha atinado. Queda mucho por hacer aún pero van por buen camino y por eso lo gritan a los cuatro vientos siendo la sede de la Exposición Universal de este año oficialmente llamada Expo 2010 Shanghai China cuyo temas es precisa y acertadamente “Mejor ciudad, mejor vida”.

Ojalá que países que padecemos la baja calidad de vida en nuestras megalópolis aprendamos algo de esta planeación urbana que no estuvo tan en chino.

Para saber más:

Weiping Wu es una investigadora china especialista en planeación urbana y que ha trabajado mucho sobre Shanghái. En su página pueden descargar sus presentaciones, artículos e incluso algunos de sus libros: http://www.people.vcu.edu/~wwu/index.htm