Un paseo que da gusto

Foto: FB MAM

Hace más o menos un año y medio escribí un par de artículos en este blog sobre el Mercado Agrícola de Montevideo; un mercado olvidado, abandonado e inmerso en un barrio 'bravo', de esos a donde nadie quiere ir.

En aquél entonces conocí el proyecto, tuve la oportunidad de charlar en varias ocasiones con su directora y tuve también la oportunidad de conocer a sus empleados y en especial a la gente que tenía un local en aquél mercado con piso de tierra y ladrillos sin colocar, gente que abría cada día su local en medio de una remodelación que no veía el final. Hombres, mujeres y familias enteras valientes, que resistieron por un largo rato vendiendo de a poco y creyendo de a mucho en este proyecto.

Hace un par de semanas, en un lluvioso domingo decidí ir al ya inaugurado Mercado Agrícola para ver cómo había quedado. Confieso que siempre creí que la obra edilicia sería exitosa y que sin duda el mercado pronto mostraría todo el esplendor de su estructura original ahora entera y radiante pero no creí que la gente creyera de nuevo en el mercado y se atreviera a volver al Barrio Goes a hacer su compras.

Casi desmayo de la emoción cuando tuvimos que formarnos en el estacionamiento tras cuatro o cinco coches; llegó nuestro turno y ahí estaba en medio de la lluvia que invitaba a quedarse en casa el Mercado Agrícola de Montevideo (MAM) repleto de gente que gustosa hacía compras, bebía café o leche con chocolate, tomaba una merienda o escuchaba a los tenores que ese día recorrían los pasillos cantando "'O sole mío".


El MAM es en primer lugar hermoso e incluso majestuoso, es un sitio limpio, elegante, original, amigable y bien organizado. A la entrada los carritos para hacer las compras, los pasillos anchos, la unión entre comercio y cultura en un equilibrio prácticamente perfecto y la sonrisa de los Montevideanos que se pasean orgullosos de lo que un día fue y hoy vuelve a ser.

Además de rescatar un barrio y de promover el comercio local, el proyecto busca revivir aquellas tradiciones de los viejos mercados como la 'yapa' o 'pilón', el encuentro de vecinos, los puestos decorados al inicio de la primavera, la cortesía del vendedor, en fin, las compras pausadas y amables.

El Presidente José Mujica "El Pepe" almorzando en el MAM
Foto: FB MAM
No queda mucho más por decir, sólo que me quito el sombrero ante este gran proyecto y espero perdure y se replique en muchos lugares del mundo. Si viven en Montevideo considérenlo una nueva alternativa para hacer sus compras pues es mucho más hermoso y justo que un supermercado o un centro comercial. Si visitan Montevideo inclúyanlo en su agenda pues es un paseo obligado y si no están en ninguno de los dos grupos anteriores los invito a hacer al menos un recorrido virtual: http://www.mam.com.uy/

Y como bien dice el lema del MAM: este es un paseo que da gusto.


Para celebrar el Día del Patrimonio en honor al tango el MAM se estrenó en la moda de los "Flashmob"

Comentarios

  1. Hola! estudié gestión y desarrollo urbano y como amante de las dinámicas de las ciudades y los asentamientos humanos, este proyecto me ha parecido siempre una maravilla, se logró revitalizar y renovar la zona sin expulsar a la población que vive y trabaja allí. Me está encantando tu blog, llevo todo el día por aquí, saludos!!

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  2. Gracias por navegar un largo rato por aquí! Son los lectores como tú los que animan a seguir escribiendo. Un abrazo!!

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