La mejor ciudad para vivir. Segunda parte: Zurich

Foto: Håkan Dahlström

Zurich tiene poco menos de 400 mil habitantes pero si agregamos a la población del área conurbada estamos hablando de una zona metropolitana de un millón de habitantes la cual ha sido reconocida en varios de los 'rankings' como una de las mejores ciudades del mundo para vivir.

Y no sólo eso, en recientes días ha sido reconocida, tras la publicación de un estudio del Banco Suizo UBS, como la ciudad con mayor poder adquisitivo en el mundo. Zurich es una ciudad cara ante el bolsillo de un salario latinoamericano pero sus habitantes viven otra realidad: para comprar un kilo de pan un habitante esta ciudad debe trabajar 6 minutos, un madrileño debe hacerlo 10 min, un porteño 12 min, los habitantes de Santiago de Chile requieren un esfuerzo laboral de 22 minutos, en la Ciudad de México habrá de trabajar 26 minutos y los cariocas sudarán 33 minutos para llevar, literalmente, pan a su mesa. En 22 horas de trabajo, un habitante de Zurich puede comprar un iPhone 4S, en Bogotá está misma compra representa el salario promedio de 142 días.

Así que tenemos una ciudad bien calificada por los consultores, probablemente los oriundos de la ciudad vivan bien o probablemente tengan muchas quejas pero la visión de la que hoy les hablaré es la de los extranjeros que viven en Zurich y que por venir de otras latitudes tienen un punto de referencia que les permite decir si estos indicadores mienten o efectivamente laten al ritmo de la ciudad.

Foto cortesía de Gabriela Hernández
Gaby es mexicana y vive desde hace poco más de dos años en Zurich junto con su esposo e  hijos pequeños. La ciudad ante su mirada es segura, limpia, ordenada; las viviendas están organizadas, edificadas y equipadas para ser eficientes desde el punto de vista energético. La basura, en esta urbe suiza, no es un dolor de cabeza pero sí una responsabilidad compartida; los ciudadanos pagan por el volumen que generan pero es posible reciclar casi todo. El carton y papel son recogidos periodicamente, hay centros de acopio en cada barrio para vidrio y latas, ropa. Y lea usted bien querido lector porque esto es maravilloso y debería ser imitado a lo largo y ancho del mundo: el resto de los empaques que no pudieron enviarse a reciclaje, los electrodomésticos que no sirven más, los restos de medicinas, las pilas y mucho más se pueden devolver al comercio que las llevo hasta tu cesta de compra.

En el sistema de educación pública se puede confiar, el nivel académico es alto y el modelo educativo es integral. A temprana edad se decide quien tiene las aptitudes adecuadas para ser universitario y quien debe optar mejor por una carrera técnica. La educacion privada es vista solamente como una opción para los que no sobreviven el sistema público.

Gaby ha experimentado la amabilidad de la ciudad y de sus habitantes como mamá; no le ha faltado quien la ayude a subir y bajar con los niños del tren; no le ha faltado un parque lindo para que sus niños jueguen  y a su paso por los comercios, su hijos suelen recibir pequeños regalitos que sin duda les aligeran el día de compras. Los niños pueden vivir la ciudad tanto como un adulto, la seguridad es un hecho y por ende desde muy pequeñitos se van a la escuela caminando solitos.

Juanjo es español (madrileño), trabaja para Google, no tiene hijos y vive con su esposa en Zurich desde casi dos años (después de haber vivido en Dublin y Londres). Ha compilado su vida en estas ciudades a través de su blog que ha escrito regularmente durante siete años. Cuando visitó la ciudad por primera vez le impresionó que parecía que no vivía nadie ahí, veía poca gente en la calle, todo estaba desolado. Agradeció que sólo estaría ahí un par de días pues era de lo más aburrido.

Algunos años después la vida lo puso de nuevo en Zurich pero ahora para vivir ahí. Juanjo se encontró con una sociedad ordenada y muy metódica; para alquilar una vivienda hay que llenar formularios y adjuntar referencias, comprobantes de ingresos y todo lo que te haga ver como un buen tipo; los dueños dan en alquiler su propiedad al mejor postor de acuerdo a estos documentos; la decisión puede tardar incluso dos meses; bueno para el dueño, difícil para el potencial inquilino. 

Foto: Juan José López Juárez
En su opinión el reciclaje en Zurich es casi una obsesión, "tirar la basura en esta ciudad - dice en su blog - es toda una ciencia" y además es una ciencia cara pues tienes que hacerte de unas pegatinas que colocas en tus bolsas de máximo 5 kilos; cada estampa cuesta, cada bolsa en el contenedor tiene que tener una pegada y así se aseguran que todos paguen por lo que generan.

El transporte público es eficiente, muy puntual y aunque pareciera que aprender a usarlo (por ser multimodal) es caótico, se sorprenderán al saber que hay un ticket, boleto o billete unificado el cual deberá ser válido por un monto suficiente para recorrer las zonas a las que vas; pese a que la zonificación es compleja y cada zona tiene un precio diferente, una amable máquina hace el cálculo por ti y te da el boleto adecuado pero no te equivoques o te quieras pasar de listo, los inspectores están a la caza y las multas son costosas. Un día un tren llegó sorpresivamente 40 minutos tarde; él hizo una reclamación formal y a vuelta de correo le enviaron además de una disculpa un vale por el equivalente a 11 dólares el cual utilizó para sus tickets nuevos. En la misma época viajo a España e hizo también una reclamación por el retraso de un tren; tras mucho papeleo e ir y venir de correspondencia entre Renfe y él, la respuesta y su dinero llegaron 18 meses después.

El sistema médico lo ha usado poco pero en su primera experiencia se sorprendió cuando las cosas se le complicaron por no hablar alemán y rápidamente le consiguieron quien lo atendiera en español. 

Adaptarse al órden, a la tranquilidad (a veces excesiva) no ha sido fácil pero el respeto por el ciudadano parece compensarlo. Para Juanjo Zurich ha sido chocolates, naturaleza, cultura y la sorpresa de que esta sociedad obsesionada con el orden ha traído a su vida una ciudad muy amable

Hay quien dice que a Zurich le hace falta folklore, le hace falta improvisación, el factor sorpresa y que su orden exagerado llega a ser incluso discriminatorio, por ejemplo, no se pueden construir minaretes, es decir torres de mezquitas musulmanas; las mezquitas existentes tienen prohibido llamara a oración para no violar las normas de ruido.

Es Zurich una de las mejores ciudades para vivir ¿ustedes qué opinan?

Comentarios

  1. Tanto orden me pone de los nervios, sufrí algo parecido en Vancouver y aunque te acostumbras no es lo mismo, al menos para mi.

    Averiguaste cuantos minutos empleamos en Montevideo para comprar una barra de pan?? Jajaja ta brava esa eh?? ;)

    Un saludo!!

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    Respuestas
    1. Hola Andaluz!!!
      Pienso que a mi también me pasaría algo parecido; aveces necesito un poco de nuestro caos.
      Fíjate que de lo primero que busqué fueron los resultados de poder adquisitivo para Montevideo y qué triste pero el paísito no fue incluido en el estudio. Te puedo decir que allá en tu patria, en Madrid hay que trabajar 10 minutos para comprar 1 kg de pan y 53 horas para tener el iPhone 4S.
      En Canadá el estudio de hizo en Toronto y Montreal; para el pan necesitan trabajar 11 y 14 minutos respectivamente; para el teléfono 38 y 45 días respectivamente.
      Lo más al sur de América que viene en los resultados es BsAs: 12 min para el kilo del pan y 187 días para el teléfono (!!!)
      El estudio completo en inglés acá: http://mexico.cnn.com/salud/2012/09/14/oslo-es-la-ciudad-mas-cara-para-vivir-y-zurich-tiene-los-mejores-sueldos

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    2. sofia, me gusto mucho ti blog. con respecto a la ciudad de Zurich, creo que es muy buena ciudad para vivir, aunque a la gente le gustaría escuchar los licores y quesos que se pueden disfrutar, ademas de la cultura de uso de drogas recreativas...

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  2. Acabo de ver este post. Me ha encantado ;-)

    Cada vez me va gustando mas la ciudad.. si te has pasado por el blog verás que poco a poco se van encontrando pequeñas joyas.

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