El pesado y sabio estudio de impacto ambiental

Contra el Proyecto Aurífero Conga en Perú
Foto: Hugo Blanco

Hace unas semanas leí una nota de prensa en la que se informaba que el Subsecretario de Medio Ambiente de Chile acusaba a algunas empresas de hacer "copy - paste" en los estudios de impacto ambiental (EIA). Es decir, los consultores encargados de hacer los estudios copiaban el texto de uno anterior y sólo sustituían los datos de identificación y localización.

Me sorprendió que la nota apareciera en la prensa y que el funcionario tuviera el valor de denunciarlo (¡bravo!) pero no me sorprendió ni tantito que las empresas hicieran eso; lamentablemente parece ser que es una práctica común y lamentablemente parece ser que los estudios de impacto ambiental son un trámite más y no una fundamental herramienta en el proceso de toma de decisiones como debiera ser.

Los estudios de impacto ambiental existen desde hace más de 40 años pero muchos países no los adoptaron ni los incluyeron en sus normativas ambientales hasta hace poco y parece ser que más se tardaron en considerarlos parte del proceso que en que estos se desvirtuaran por completo.


La Fundación para la Seguridad y Sustentabilidad Ambiental (FESS por sus siglas en inglés) realizó una investigación sobre la calidad de los estudios de impacto en los países en vías de desarrollo y encontró algunas cosas que más allá de sorprenderme, me molestan y me preocupan:

  1. A pesar de que los estudios de impacto ambiental están hechos bajo los mismos principios que en los países más avanzados en materia de protección ambiental; en el mundo en vías de desarrollo no se realizan de forma completa. Suele omitirse la presentación de alternativas y no son expuestos a la participación social.
  2. No consideran los efectos acumulativos de los riesgos sociales, ambientales y de salud.
  3. Los informes suelen ser voluminosos, pobres en calidad y meramente descriptivos. No analizan, no proponen, no critican.
  4. Suelen dar conclusiones donde los evaluadores "se lavan las manos" es decir, no dan información que permita tomar una decisión concreta de tal forma que no se les culpe a ellos del posible fracaso del proyecto.
  5. Subestiman impactos y por lo tanto no proponen las medidas de mitigación necesarias.
Es decir, parece que en muchas ocasiones los estudios de impacto ambiental fueran hechos por los interesados en que la obra se lleve a cabo sí o sí...¿y acaso no es esa la realidad? Principalmente en obras públicas, ¿no suele ser el mismo gobierno juez y parte?, ¿no suele ser el promovente de la obra y el evaluador del EIA?


La razón de ser de los estudios de impacto ambiental ha quedado un poco en el olvido o tal vez no ha sido comprendida; esto sucede porque pocas veces los proyectos son evaluados a través de todo su ciclo de vida así que sí el análisis financiero dice que el proyecto es viable parece que nada lo puede detener y mucho menos una evaluación de posibles impactos socio-ambientales ni tampoco un grupo de ciudadanos encadenados a los árboles o una organización cuya protesta es totalmente legítima.

Lo que los analistas financieros no suelen tomar en cuenta es que si el proyecto provoca un colapso ambiental, social o ambos muy probablemente termine por colapsar financieramente al proyecto. Por ejemplo, el caso de hoteles que perdieron su esplendor y su flujo de turistas por estar en un destino que hoy ha sido ambientalmente devastado y que ha perdido gran parte de su atractivo; o industrias que se acabaron el agua limpia de una región y ahora no tienen ni para operar ellas mismas, o carreteras que tienen que lidiar con derrumbes constantes y un costoso mantenimiento de la carpeta asfáltica por no haber tomado en cuenta los riesgos geohidrológicos que su proyecto implicaba.

Beatriz Olivo del Colegio de Geógrafos de Venezuela afirma en su artículo titulado "La importancia de los estudios de impacto ambiental" que es común observar que estos estudios son vistos sólo como un requisito ignorando que las medidas propuestas como resultado de concienzudos análisis pueden reducir sensiblemente los costos de mantenimiento de los proyectos y además pueden aportar un conjunto de ventajas en el orden técnico y en lo socio-político, tanto para el proyecto como para la empresa en su conjunto.

La Asociación Internacional de Estudios de Impacto (IAIA por su siglas en inglés) tiene un lema que debería compartirse en cada secretaría, ministerio o dirección de medio ambiente: "La evaluación de impacto es la herramienta. La calidad ambiental y la equidad social son los resultados".

Es tiempo de que el tema de los estudios de impacto ambiental se ponga de nuevo sobre la mesa, es tiempo de que esta vez se ponga con todo el peso que debe tener; es tiempo de que dejen de ser una torre de papeles que sólo esperan un sello y una firma. No se puede creer un discurso de búsqueda frenética por alcanzar la sustentabilidad si la evaluación de impactos no tiene un lugar privilegiado en las oficinas de gobierno.

Es tiempo pues de que los EIA deben dejar de ser el pesado y sabio miembro del equipo al que todos buscan ignorar.


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