Tango, café, tertulia y negocios


Café Vaccaro en Gral. Flores y Domingo Aramburu, Goes, 2011
Foto: servicioti

Goes es el apellido de dos hermanos que introdujeren la ganadería en Paraguay allá en 1555; los ejemplares vacunos procedentes de Brasil se instalaron en aquellas tierras y tiempo después Hernando Arias de Saavedra, también conocido como Hernandarias los introdujo a la Banda Oriental, hoy Uruguay y parte de Brasil. Sin saberlo, los hermanos Goes y posteriormente Hernandarias estaban hincando uno de los pilares de la actual actividad económica de la región así como de la cultura gastronómica del Uruguay.

Goes es también el nombre de un emblemático barrio de Montevideo que ofrecía a sus habitantes y frecuentes visitantes tango, café, tertulia y negocios. El bullicioso barrio despertó con la construcción de la estación de tranvías "El Oriental" en 1875, se consolidó con la inauguración de la fábrica "Alpargatas" en 1890, el Mercado Agrícola en 1913 y la Facultad de Medicina en 1910,  cobró importancia en 1925 con la inauguración del Palacio Legislativo  y se mantuvo vivo hasta casi finales del siglo pasado.

La gente acudía a Goes a estudiar, a trabajar, a comprar, pero también acudían a escuchar tango, a beber café mientras charlaban sobre política, literatura, arte. El Café Vaccaro, que aún mantiene sus puertas abiertas en el corazón del barrio era el punto de reunión de muchos Montevideanos, después de las diez de la noche era difícil encontrar una mesa disponible. El sitio ofrecía un espacio para comer, mesas de billar y al principio, un improvisado escenario donde los cantores ofrecían una función a cambio de unas monedas colectadas con la ayuda del tradicional "platito". Años más tarde el Café Vaccaro tenía sala de cine al otro lado de la calle y en su local principal un escenario formal y un salón de baile que se movió al compás de las voces de muchos grandes del tango.


En la década de los 40, en este sitio, debutó Carlitos Roldán quien después encontrará la fama en los teatros argentinos, aquí cantó también Anibal Oberlín cuando era un niño de apenas 13 años, hecho que le valió el mote de "el pibe de la voz de oro". Entre tragos de café del Vaccaro el Dr. Juan Carlos Patrón, dramaturgo uruguayo, charló con amigos sobre la vida, la política, las letras. Había en el Café Vaccaro una mesa de poetas, una para el tango, otra para el arte, un sitio donde se reunían los atletas y un rincón para que se encontraran los políticos, los jueces, los escribanos. 


Inauguración del salón de baile del Café Vaccaro
Fuente: indexfoto

La fábrica "Alpargatas" llegó a ser la más grande en el sector textil Uruguayo y más allá de sus fronteras. Dio empleo a 2600 trabajadores y llegó a vender 40 millones de alpargatas. Además jugó un papel crucial en la huelga general al inicio de la Dictadura.

Fábrica "Alpargatas" en GOES, 1968
Fuente. Blog Espacios y Despacios de  Manuel Ameneiros

La luz de Goes se fue apagando de a poco, la nueva obscuridad encontró cabida en la abandonada estación de tranvías, en el Mercado Agrícola solitario, en las puertas cerradas de la fábrica "Alpargatas". La peña de moda ya no era el Vaccaro y la gente ya no acudía al barrio a hacer compras. Goes ya no era ni la entrada a Montevideo, ni el centro de la ciudad, ni el barrio de los artistas. 

Goes perdió la identidad y hoy busca recuperarla con ayuda del programa "Viví Goes" y del proyecto "Renová Goes" el cual además de rescatar al Mercado Agrícola como centro económico del barrio otorga préstamos para renovar viviendas, recupera la fábrica "Alpargatas" para convertirla en un complejo de apartamentos y busca revertir el deterioro y abandono del lugar.

El proyecto trabaja también para devolver aquel encanto del barrio cultural, la antigua estación de tranvías ha sido renovada y hoy el paseante puede disfrutar de eventos culturales o bien asistir a la biblioteca instalada en el lugar. El Mercado Agrícola, como ya les he platicado en artículos anteriores vende frutas, verduras, comida preparada y ofrece también libros, música y teatro.

Los habitantes del Goes de hoy se dividen, unos creen en el proyecto y esperan con ansias su culminación en 2013, otros son más escépticos, el abandono, las carencias y las dificultades los han herido más profundamente. 

Promover la cultura, la diversidad y la creatividad como pilares para edificar ciudades sustentables toma su tiempo  y no es fácil. Rescatar un barrio puede resultar una tarea titánica. Yo, espero que el proyecto sea un éxito y que un día el tango vuelva a sonar en el Vaccaro; mientras tanto no pierdo de vez en vez la oportunidad de ir a ese maravilloso café a comer como en los viejos tiempos muchos solían hacerlo.

Fuentes consultadas:
Patrón, Juan Carlos, "Goes y el Viejo Café Vaccaro", Ed. Alfa, 1968
Michelena, Alejandro, "Antología de Montevideo", Ed. Arca, 2005

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