El mito del crecimiento económico

Foto: "Happy Planet 2" de Patrick Doheny

Toda sociedad se aferra a un mito y vive por él. 
El nuestro es el mito 
del crecimiento económico.
- Tim Jackson -

Con la crisis que precede a una crisis anterior, que se dio a raíz de una crisis más antigua, a muchos nos comienza a quedar claro que el crecimiento económico no es sinónimo ni de desarrollo ni de progreso para los pueblos. Hemos visto incluso, en los últimos años, que el crecimiento económico puede ser tal que se convierte en una enfermedad maligna para los ciudadanos; la obsesión por cumplir estándares macroeconómicos ha dejado en el olvido el verdadero significado de la palabra bienestar.

La economía global ha crecido multiplicando cinco veces su tamaño en tan sólo 50 años y eso no nos ha dado más calidad de vida; de hecho, eso ha provocado la degradación del 60% de los ecosistemas, ha aumentado la brecha entre ricos y pobres, ha incrementado la inseguridad y nos ha dejado sin tiempo de esparcimiento.

El nivel de bienestar de una sociedad depende en realidad de qué tan bien se aprovechen los recursos disponibles para generar calidad de vida. En el ejercicio de aprovechar los recursos algunos paradójicamente los desperdician creando en el corto plazo un satisfactor pero en el largo plazo un malestar generalizado en la población. Esto quiere decir que si el bienestar no es sustentable entonces dura poco y no estimula el progreso. Aunque esto se lea complejo, es muy lógico y lo es tanto que es cuantificable.


El Índice del Planeta Feliz  (HPI por sus siglas en inglés Happy Planet Index) es la herramienta que le pone cifras a este concepto. El HPI mide precisamente la eficiencia ecológica con la que el bienestar llega a cada rincón del planeta; es decir, calcula el impacto ambiental que se produce para generar la calidad de vida necesaria para que la gente esté feliz por mucho tiempo.

Es importante dejar claro que pese a que su nombre lo sugiere este índice no indica cuál es el país más feliz pero sí cuál transforma más eficientemente sus recursos en felicidad para sus habitantes.

El índice fue creado por una organización llamada "nef" (new economic foundation) integrada por líderes del TOES que es la "Cumbre Económica de Otros" la cual se celebró en 1984 por primera vez en contraposición con la del G7 y que ha reunido edición tras edición a grandes economistas, líderes y pensadores. Bajo el lema "Economía como si la gente y el planeta importaran" esta organización ha puesto y seguro que pondrá a más de un mandatario a temblar.

Sus resultados, como ya comenzarán a imaginarse, son muy diferentes a los de otros índices que miden desarrollo o progreso desde la perspectiva económica, bastará decir que 9 de las 10 primeras naciones en la lista del HPI 2009 son Latinoamericanas.

En una escala de 0 a 100 donde a mayor calificación mayor eficiencia ecológica para generar bienestar; Costa Rica se erige como el líder con 76 puntos: baja huella ecológica, larga esperanza de vida y una población que se siente satisfecha con la forma en la que se vive en su país.

A Costa Rica le siguen República Dominicana (71,5 puntos) y Jamaica (70,1); ¿quién lo pensaría? la gigante economía norteamericana, Estados Unidos apenas alcanza 30,7 puntos; un resultado que la coloca en el mismo nivel que países como Uganda.

Volviendo a Latinoamérica, tenemos en niveles aceptables, por arriba de los 50 puntos a México, Colombia, Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá y Cuba. A Sudamérica no le va tan bien pero por más abajo que llegue el índice no es tan grave como lo que sucede en EE.UU. Es Uruguay quien está hasta abajo de la tabla Latinoamericana la razón es una sola: su alta huella ecológica; cada uruguayo necesita 5,5 hectáreas globales para vivir como lo hacen hoy en día sin que esto necesariamente los haga felices tal como lo indica la medición de la satisfacción la cual se cataloga como "mediana" y se coloca en las más bajas de la región.

En Europa el índice oscila en los 40 con Alemania y Suecia a la cabeza (48 puntos); en Asia, Indonesia y Filipinas tienen el mejor índice con casi 59 puntos; Australia apenas alcanza 37 puntos, su alta huella ecológica de fama mundial lo han llevado ha rezagarse en la búsqueda de bienestar perdurable.

La organización "nef" considera que en Latinoamérica hay dos claves esenciales: (1) Bajo nivel de consumo o de aspiraciones materiales en comparación con economías similares en otras regiones del mundo; por ejemplo Asia o Europa y (2) alto capital social; es decir, una sociedad organizada en grupos,  frentes, asociaciones, fundaciones, que se involucra en procurar el bienestar.

Todo parece ser que nuestra historia nos ha enseñado a sobrevivir en una tablita, sin dejar de luchar y sintiéndonos afortunados por al menos estar con vida.

Si quieres profundizar en el tema, lo cual es muy recomendable, visita la página de HPI


Comentarios

  1. ¡No sabía que existía este índice! Y me parece importante que así sea, pues a lo largo del tiempo, nos vamos dando cuenta de las cosas que son verdaderamente importantes para el desarrollo de la sociedad, y efectivamente, hemos dejado atrás la etapa de la industrialización, del consumo y estamos comenzando a mirar a aquellos lugares en que se cuestionan la felicidad como una actitud y no como las propiedades o posesiones. Me parece más que importante difundir este artículo e investigar más de cómo podemos aumentar estos índices. ¡Saludos!

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