Una brecha abismal

Fuente: http://www.anticapitalistes.net

"No es la pobreza la que aflige, sino la avaricia" 
Epicteto

Los años acaban siempre con cifras que se recopilan de informes de las principales consultorías, organizaciones e instituciones; diciembre de 2011 no fue la excepción y la prensa nos hizo llegar nuestra anual dosis de números; algunos intrascendentes, otros preocupantes como lo es sin duda el 9,6 como el número promedio de veces que un rico gana más que un pobre en los países miembros de la OCDE

En otras palabras, la brecha entre los ricos y pobres en los países miembros de la OCDE alcanzó su máximo histórico en 30 años (y eso que el estudio se hizo con datos de 2008 previos a la crisis). Los ricos son ahora más ricos y los pobres más pobres y la llamada brecha es ya hoy un abismo en muchos países.
La diferencia entre ricos y pobres siempre ha sido más frecuente en Latinoamérica, en Asia, en África; esta vez no es diferente pues la brecha más grande le corresponde a Chile y a México donde el 10% de la población más pudiente gana 27 y 25 veces respectivamente más que el 10% más desfavorecido. Pero esta vez me sorprende saber que en Europa la brecha va creciendo y en Alemania ya no es 5, ahora es 6; en  Italia es 10 y en España es 11. Estamos ante un llamado mal de muchos y sería tonto que eso nos consolara.

La OCDE tiene como misión promover políticas que mejoren el bienestar económico y social al menos en sus 34 países miembros y aunque ellos se limiten a dar su informe y a presionar a los Jefes de Estado, algo anda mal al interior de la organización pues el ABC de la planificación estratégica dice que hay que girar el timón del barco para otro lado cuando comienzas a alejarte de tu razón de ser.

¿Y cómo no va andar errante la Organización si el barco navega bajo las órdenes de José Ángel Gurría? Uno de nuestros afamados políticos que después de dañar al país y vivir de una forma antagónica a los principios de justicia social decidimos exportar a París para que desde su elegante oficina nos ayudara a avanzar un poquito.

Vamos a recordar un poco: Gurría dirigió NAFINSA hasta que el Presidente Zedillo lo hizo Secretario de Relaciones Exteriores de 1994 a 1998. Después el Presidente decide mejor nombrarlo Secretario de Hacienda para que en marzo del 98 pudiera entregar al Congreso la iniciativa de Ley que más tarde permitiría la creación del IPAB y haría legal y formal la operación del FOBAPROA que en resumidas cuentas convirtió en deuda pública las pérdidas económicas de los bancos tras la crisis de 1994. Sin duda uno de los mayores desfalcos monetarios al país del que los mexicanos tenemos memoria.

Al final del sexenio, Gurría presumió que gracias a sus políticas la economía había crecido 6,7% en el último año y que México vivía el primer cambio de gobierno sin crisis en 30 años. Su cínica autopromoción lo llevo años más tarde a sentarse en la silla de la OCDE a donde llegó a hacer de las suyas.

En 2007, el diario "The Economist" lo acusó de dispendio, nepotismo y falta de  transparencia. Los hechos: contrató a su hija, gastó 733 mil euros en remodelar el departamento en París destinado para quien ocupase el cargo, desvió 300 mil euros a otros presupuestos y se asignó un cómodo salario de 282 mil euros. Ante la noticia catalogada por él como "ataque" se limitó a decir que eran sólo chismes.

Hoy, varios años después, sigue viviendo y trabajando así. Sigue siendo admirado y respetado por muchos; leo por ahí en Internet que Calderón pensaba invitarlo a ser Secretario de Hacienda para este último año de gobierno... Gurría mientras tanto una vez más muestra su valentía al salir a decir que la brecha entre ricos y pobres ha crecido, que es preocupante y que urge a los mandatarios de los países miembros a trabajar por la redistribución del ingreso. Yo propongo que comencemos por redistribuir el de él ¿no?

Comentarios

  1. Eso e la lacra de los países subdesarrollados, de que les sirven sus títulos, sus falsos honores, sus discursos, su demagogia, con la nueva era en curso, su fin es cosa de tiempo, ojalá no sea demasiado tarde...

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