Lucro colateral


Ayer salí de San Cristóbal de las Casas rumbo al aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez en Chiapas; casi por llegar al aeropuerto, al final de la carretera, nos topamos con un retén policiaco cosa que ya no nos sorprende en este país; lo que sí nos sorprendió fue que nos marcaran el alto cuando íbamos viajando en familia, abuelos y niños pequeños incluidos.

Pues bien, nos orillamos y el conductor bajó su ventana; un policía se acercó y le pidió su licencia y tarjeta de circulación, entonces nos dimos cuenta de que los policías eran de tránsito y no de seguridad pública o de la Policía Federal. Mientras localizábamos los documentos preguntamos si el retén era parte de un operativo de revisión de documentos, cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que era para buscar armas de fuego y explosivos ¿la policía de tránsito cateando para buscar armas de fuego?, ¿entonces para qué nos pidieron los documentos? Confieso que el miedo comenzó a rondarme y recordé cómo secuestraron al niño Martí, cómo miles de personas son extorsionadas por policías todos los días y hasta recordé la canción de Hit Me de Molotov que dice "Te dimos una arma para cuidarnos y el arma que usas la usas para robarnos".


Para colmo de males, la licencia del conductor estaba vencida así que él la entregó y pidió que le levantaran la infracción, ¿adivinen qué siguió?, seguro que acertaron, el largo discurso del policía, medio explicando, medio perdonando, medio condenando, medio cantinfleando, medio empujando a que le ofreciéramos dinero pero como eso no sucedió pues decidió retirarnos la placa del vehículo. 

Nos pareció que no correspondía hacerlo así que le pedimos que nos mostrara el artículo del Reglamento de Tránsito donde se le facultara para hacer eso; en respuesta envió a un representante del Ministerio Público (MP) para que diera fe de nuestro delito; cuando el representante del MP llegó y le dijimos que la licencia vencida no era un delito, entonces envió al representante de la Secretaría de la Función Pública para que nos explicara qué rayos hacía ahí la policía de tránsito, el MP y una gran comitiva de gente peleando por nuestra placa.


Dimes, diretes, risa, corajes, de todo; en medio de la desesperada y estéril discusión entonces un policía nos amenazó con que iba a tomar fotos del vehículo y cada uno de sus ocupantes; como buena madre mexicana moderna, me entró la paranoia y el terror y le pedí a mis hijos que se agacharan ¿para qué querría la policía de tránsito de la Secretaría de Seguridad y Protección de Chiapas fotos de dos menores que no han cometido ninguna clase de infracción o delito? y peor aún ¿para que las querría un policía en su celular personal?. Guerra de fotos y de cámaras; los policías burlones hasta posaron... después, llegó el que parecía ser el jefe de todos y dos veces me dijo que "ya mejor arregláramos eso". Para qué les cuento más, perdimos 30 minutos y las placas del coche pero salimos victoriosos porque no les dimos un solo peso y porque aquí estoy contando cómo nuestra policía está abusando de esta dolorosa guerra para extorsionar ciudadanos.

Es increíble que coloquen un retén con el pretexto de buscar armas de fuego y explosivos, labor con la que hoy todos los ciudadanos responsables colaboramos, y que el objetivo verdadero sea obtener dinero de los que por ahí pasamos.

Vamos a pagar la infracción de la licencia, la multa que tenga que ser para recuperar la placa pero también presentaremos una queja formal de lo que nos sucedió. Tenemos nuestra infracción que además de decir lo de la licencia dice en letras muy grandes que "presentamos mala conducta" ¿Cómo se debe entonces comportar uno para sacar 10 en conducta?, si sobornar policías es la conducta adecuada ¿qué podemos esperar del destino de este país?, ¿será que cuando en uno de esos retenes en verdad encuentran armas de fuego y explosivos agregan una leyenda al expediente que dice "este ciudadano presenta pésima conducta"?

Mala conducta es lucrar con el dolor ajeno y con esta guerra contra nuestra voluntad en la que estamos sumergidos, mientras las corporaciones policiacas no estén saneadas, no sean supervisadas y no tengan la ética como su valor primordial está guerra seguirá aumentando el número de víctimas por daño colateral.

Comentarios

  1. Gracias por tu artículo Sofía, ya escribiré yo mi blog del sábado para seguir sanando con las palabras. Todavía me siento muy enojada por la impunidad, porque sé que no les reclamamos más enérgicamente por las pistolotas y los rifles que traían y porque son policías de tan bajísima calidad que sólo uno de ellos sabía leer y escribir y pudo levantar su infracción con hartos errores de ortografía. Lamento el final de tu viaje a Chiapas.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario