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| Foto: MarceRodz |
El Periódico Reforma publico el 12 de junio en su suplemento 'Enfoque' un reportaje de Martha Martínez que lleva por nombre "Vivienda: negocio o política social" y cuyo singular encabezado aparece en la primera portada: "Vivir mejor...¿en 32 m2?"
En este reportaje la periodista nos platica que una vivienda de 32 m2 tiene un costo de $800 al mes (67 USD/mes) más $130 de mantenimiento que el desarrollador descuenta directamente de la nómina del trabajador. La vivienda se paga durante 30 años; tiempo en el que un trabajador puntual y que conservó su empleo logra reunir los $233,000 pesos que cuesta su casita; por supuesto más intereses.
De los 32 m2 que tiene la vivienda 19 son ocupados por los muebles (en versión petit), poco más de 4 por los muros y eso da como resultado 8 metros cuadrados para que los 4, 5 o hasta 6 habitantes transiten "libremente" por la vivienda. Bien lo dice Marta Martínez en su reportaje:
"...es un ejemplo de lo que los especialistas llaman 'inequidad de la política de vivienda' pues las familias que requieren de viviendas con mayores espacios y mejor ubicadas son las que menos acceso tienen a ellas"32 m2 no es nada, es como se dice coloquialmente "una ratonera" y basta saber que el flamante despacho de nuestro también flamante Secretario de Gobernación mide 131 m2 para darnos cuenta de que en 32 m2 no cabe una familia con calidad de vida.
Más allá de la calidad de vida está la construcción del tejido social a partir de la vivienda. Cuando hablo de esto recuerdo la película brasileña "Ciudad de Dios", cuando inicia se ve una colonia con casas nuevecitas, todas iguales, todas formadas, todas pintaditas, todas como de eso, como de 32 m2; acto seguido pasan los amaneceres y los atardeceres; la colonia comienza a crecer, mucha gente se muda a la Ciudad de Dios sin importar que no hay pavimento ni luz eléctrica al inicio, no importa, dice el narrador, de todos modos no fue diseñada para salir en postales de Río de Janeiro. Pasan los años y pese a que llegó el pavimento y la luz eléctrica la colonia nuevecita es ahora un hacinamiento, es como le dicen en Brasil una favela llena de los problemas sociales que esto significa: pobreza, delincuencia, drogadicción, etcétera y etcétera.
Conozco también un testimonio de aquí, de la ciudad donde vivo, de Morelia. Se trata de una familia que logró obtener su crédito de Infonavit para comprar una casita a un plazo de 12 años; como el plazo es corto pagarán $1,800 al mes más $200 pesos de mantenimiento aunque dicen que esta última cuota es variable pues a veces el desarrollador dice que hará mejoras al fraccionamiento como pintarlo o poner una fuente en la entrada y la cuota sube. Las casas se construyeron lejos del centro de la ciudad, lo más lejos que se pueda pues ahí el terreno es mucho más barato así que para ir a trabajar y dejar a las niñas en la guardería gastan diariamente $64 en transporte (más de un salario mínimo), lo que representa casi $2,000 al mes contando algunas salidas de fin de semana. Dicen que además gastan unos $200 al mes en reparaciones de la casa porque está muy mal hecha y si no hay goteras, fallan las llaves de agua o ya no sirve el calentador. Al final del mes vivir en su micro casita les cuesta $4,200; la familia gana $5,700 al mes. Han decidido mudarse y abandonar el crédito porque nadie quiere rentarles su casa, por $1,500 o $2,000 al mes consiguen una vivienda mejor cerca de su lugar de trabajo, ahí en el centro de la ciudad donde ya nadie quiere vivir.
Cuando se muden seguro que se reencontrarán como familia, estarán más tranquilos respecto al dinero, no perderán tanto tiempo en el transporte y no creo que con los años les duela mucho haber olvidado eso que Infonavit llama un bien con valor patrimonial.
Los desarrollos de casas de interés sociales han propiciado el crecimiento de las ciudades mas no su desarrollo, no es cierto que como dicen ellos que entre sus prioridades este minimizar los impactos ambientales y propiciar el desarrollo sustentable. El desarrollo sustentable no se consigue con calentadores solares y sistemas de captación de aguas pluviales, no es un tema de hipotecas verdes. El desarrollo sustentable necesita vivienda digna, justicia social, economía equitativa, ciudades caminables, necesita dejar en el olvido la relación del empresario poderosos, el gobierno mentiroso y el ciudadano necesitado.
Dice José Luis Cortés Delgado en su articulo titulado "Reflexiones sobre el problema de la vivienda en México" (publicado en Tiempo Laberinto):
"Hacer vivienda no es sólo construir un espacio habitable sino también procurar una localización idónea dentro de la ciudad y que ésta conforme el sentido de comunidad"Y como se vale dudar, dudo mucho que el concepto de vivienda de interés social en México tenga algo que ver con el concepto de comunidad o tejido social; me suena más a hacinamiento y por supuesto a lo que hoy todos llamamos "ciudad dormitorio", donde la familia y la comunidad no existen porque no tienen tiempo de existir.
Me acabo de enterar además que ahora las empresas desarrolladoras de vivienda buscan el mecanismo para que los 32 m2 de interés (el cual debería ser deinterés) social puedan llegara también a los trabajadores de la economía informal.
Sin ser urbanista, ni mucho menos, me atrevo a decir que sería mejor regresar al antiguo concepto de vecindad (o alguna versión moderna) para repoblar los centros de la mayoría de nuestras ciudades. ¿Ustedes qué opinan?
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